Tras las cabras

TRAS LAS CABRAS


Este año Toni me propuso pasar el fin de año con las familias en una casa rural del interior de Teruel.El plan me pareció genial, ya que la idea era cazar cabra Hispánica los días 29 y 30.


Posteriormente la Noche Vieja y el día 1 lo pasaríamos con la familia haciendo un poco de turismo rural.




Cazaríamos un día cada uno, así que sorteamos quién sería el primero en intentarlo y después de un “dudoso sorteo” a Toni le tocó empezar.

Día 29 de Diciembre del 2008

El tiempo había amenazado lluvia durante toda la semana, pero para nuestra grata sorpresa amaneció un día fantástico.

El plan de caza sería el siguiente: desde puestos estratégicos y con la ayuda de los prismáticos y del telescopio localizariamos las cabras para posteriormente estudiar la entrada e intentar ponerse a distancia de tiro de los animales.





No tardamos mucho tiempo en localizar un grupo de varias hembras y no dudamos en intentar la aproximación.

A lo largo de la mañana Toni tuvo varias oportunidades aunque siempre ocurría algo que impedía la consecución del lance. Cuando no cambiaba el aire, aparecía un animal que no habiamos localizado y que asustaba al resto del grupo. En un par de ocasiones Toni consiguió ponerse a distancia de tiro de un par de cabras pero en ningún momento estas le ofrecieron una posición que permitiera un tiro con garantias.

Por la tarde, después de más de 6 horas de rececho continuado en la que ni siquiera comimos, Toni pudo acercarse a un grupo de varias hembras en una zona de campos sembrados en la falda de la sierra.

Iniciamos el rececho desde tan lejos que con lo que tardamos en llegar las cabras tranquilamente se habían retirado dentro del monte, así que aceleramos para intentar cortarles el paso en unas peñas donde intuimos que se dirigían.

Prácticamente llegamos al mismo tiempo y nada más asomarnos a unos cortados vimos a una de las cabras que ofrecía una buena posición a 33 metros de distancia con un angulo de unos 30º hacia abajo.Toni se preparó para disparar y yo le incité a que lo hiciera rápido ya que la cabra estaba mosqueada y sabía que no tendríamos mucho tiempo.

Toni disparó y vi como la flecha impactaba en la zona baja del codillo, sin duda me pareció un tiro de corazón. La cabra herida se descolgó por unas peñas perdiendo mucha sangre, iniciamos el pisteo pero no tardó más de diez minutos en caernos la noche encima, así que dejamos el rastreo para el día siguiente.

Día 30 de Diciembre del 2008

Parece mentira que después de tantos años cazando aun no pueda dormir la noche antes de una cacería.Por la mañana nos separamos, Toni se dirigio a buscar la cabra mientras yo intentaría por solitario cazar la mía.
Empecé a cazar a las 8 y a las 10:30 se presentaba mi primera oportunidad, después de una hora y media de duro rececho casi arrastrándome por el suelo, conseguí ponerme a unos 20 metros de una cabra preciosa.Sorprendí al animal bajo de un margen de piedra, en una zona de bancales yermos que habían perdido la partida con el monte.

Me asomé al margen muy despacio, casi caminando de rodillas, abrí el arco y puse a la cabra dentro del visor. El trabajo estaba hecho y solo quedaba soltar la flecha, me relajé y disparé... CRANCHHHH, me quedé mudo cuando vi como mi flecha impactaba en el margen de piedras y explotaba en el acto. No tuve en cuenta la verticalidad del tiro y aunque el visor estaba por encima del margen, la flecha no lo estaba. Nunca pensé que me pasaría algo así.

Continué el día de caza mosqueado porque el rececho había sido precioso y había desperdiciado una muy buena oportunidad.

A lo largo del día dispuse de más oportunidades pero no pude culminar ninguna hasta que a las 5 de la tarde en uno de mis últimos cartuchos intenté el rececho a una cabra en una zona de bancales muy próxima a un cortado de peñas.
Inicié el rececho y pude acercarme hasta una distancia de unos 30 metros pero en el momento de abrir el arco el animal detectó mí presencia y emprendió la huida.
Pensé que ya estaba todo perdido, pero de repente y sin pensarlo empecé a correr para intentar colocarme encima de un murete de piedras que separaba la sierra de los bancales. Creí que ya no tenía nada que perder y que con un poco de fortuna el animal en su huida daría una vuelta para escapar por allí.

Mi sorpresa fue que al asomarme al murete la cabra ya había llegado allí y se encontraba confiada comiendo a tan solo 7 ó 8 metros de mi. Sabía que no tendría mucho tiempo, así que abrí el arco y disparé.

La flecha impactó perfecta en los pulmones y la punta mecánica los destrozó, el animal no corrió más de 30 ó 40 metros antes de caer rodando por unas peñas.





Un rececho durísimo de 9 horas sin comer y sin parar ni siquiera a beber agua, pero sin duda el esfuerzo tuvo recompensa.

Toni no pudo encontrar su cabra, aunque estaba bien pegada. En su huida se dirigió a unos cortados de peñas completamente intransitables para una persona. Hoy hemos recibido una llamada de un guía local que nos ha dicho que gracias a los buitres han encontrado la cabra.



FICHA TÉCNICA:

SALVA

Arco Bowtech Guardian 60 lb
Flecha Easton Axis 400
Punta mecánica de 125 grains
Tipo de caza: SEMI GUIADA, el guía nos ayudaba a la localización de los animales con el teleobjetivo, después las entradas y aproximaciones las haciamos solos.
Riñonera: White Tail de Black Creek
Ropa: Pantalón y camiseta de Iberwolf, sudadera de Cabelas.
Óptica: Prismáticos Nikon y medidor Bushnell
TONI
Como rompió su Drenalín el día antes del viaje cazó con mi equipo, aunque con puntas Striker de g5 y 125 grains