DESCASTE DE MUFLONAS
El propietario de una finca privada de Alicante se puso en contacto con Jaume para proponernos una cacería de descaste de muflonas.
La idea me hizo mucha ilusión, así que insistí a Jaume para que organizase un grupo para el último fin de semana de Abril.
Nos pusieron como condición en la finca no ser más de cuatro cazadores, aunque finalmente por la mañana pudimos cazar cinco. El grupo lo formó Jaume, Julian, Manolo (que solo pudo cazar un rato por la mañana), Toni Fitor y yo (Salva).

Empezamos la jornada de caza con un ligero almuerzo en los coches, mientras aprovechamos para organizar la cacería.
Julian decidió quedarse en un tree stand que había en uno de los cebaderos de la finca, mientras el resto nos dividimos en dos grupos e intentamos cazar a rececho, Jaume y Manolo por un lado y Toni y yo por otro.

Como ya sabíamos, la caza con arco a rececho en Alicante es muy complicada ya que es un terreno muy seco y lleno de piedras sueltas, donde cualquier roce con una rama o cualquier mal paso, provoca el ruido suficiente para alertar de nuestra presencia a los animales, y así fue, ninguno de nosotros conseguimos tener las muflonas a menos de 50 metros.

Al subir al árbol, a Julian le cayó el arco rompiendo dos pins del visor, no nos dimos cuenta hasta que fue demasiado tarde, y este hecho hizo que Julian fallara una muflona.
Sobre la una del mediodía decidimos posponer la jornada hasta la tarde, así que nos retiramos en busca de una buena sombra donde poder comer. Julian había asaltado el "rincón del gourmet" del Corte Ingles y comimos como auténticos reyes.

Por la tarde fuimos directamente a puestos de espera en cebaderos, Julian con el arco roto se quedo en el puesto con Jaume quien en una emocionante espera consiguió abatir una muflona.
Toni se puso en un tree stand en una charca y después de ver como le entraban un par de jabalíes a los que no podía tirar, consiguió tener a tiro una bonita muflona a la que abatió sin problemas de un flechazo un poco trasero pero que tocó pulmones.

Yo me puse en otro tree stand en un comedero donde no tardo mucho tiempo en entrarme una pelota de unos veinte muflones muy aquerenciados al cebadero. Esperé el momento e intenté buscar el animal idóneo para el descaste y finalmente decidí tirar a una muflona vieja y sin cría que tenía practicamente debajo de mi árbol. El tiro con mi recurvado fue bueno, y la flecha de madera impactó en los pulmones del animal, que no corrió mas de treinta metros antes de desplomarse.
Pasamos un buen día de caza entre amigos que espero poder repetir.